La palabra hebrea הֹרָם (hôrām), identificada como H2036 en el sistema de numeración de Strong, proviene de la raíz הָרַם (hāram), que significa "elevar", "levantar" o "exaltar", y en algunos contextos también puede implicar "dedicar" o "destruir" algo de manera total.
de una raíz que no se usa (significa elevarse como torre); alto; Joram, un rey cananeo:- Horam.
Significado:
La palabra הֹרָם (hôrām) es un sustantivo que se traduce generalmente como "destrucción" o "cosas dedicadas a la destrucción" (es decir, cosas que deben ser destruidas o consagradas a Dios para la destrucción, como objetos de una ciudad tomada). En muchos casos, está relacionada con el concepto de algo que ha sido completamente destruido o consagrado a Dios en un contexto de guerra o juicio divino.
Uso en la Biblia:
Esta palabra aparece en varios pasajes de la Biblia, especialmente en el contexto de la conquista de ciudades por parte de Israel, donde se mencionan cosas o personas dedicadas a la destrucción por mandato de Dios (algo que se llama en hebreo herem o jérém).
Un ejemplo de su uso es:
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Josué 6:17:
"Y la ciudad será consagrada (הֹרָם - hôrām) a Jehová para destrucción, con todo lo que está en ella; solamente Rahab la ramera vivirá, ella y todos los que estén con ella en casa..."
Aquí, la palabra הֹרָם (hôrām) se refiere a la ciudad de Jericó y a todo lo que en ella está, el cual debía ser destruido como parte de un mandato divino (lo que se conoce como "herem", una especie de anatema que implica consagrar algo a Dios para su destrucción).
Implicaciones teológicas:
El uso de hôrām está asociado a la destrucción total y al acto de consagrar algo a Dios para ser destruido. En el contexto de la conquista de Canaán, cuando los israelitas entraban a las ciudades y las tomaban, algunas de estas debían ser dedicadas a Dios para ser destruidas por completo, sin que nada de lo que quedara en ellas fuera preservado.
Este concepto refleja la idea de la justicia y juicio divinos, donde algunas ciudades y pueblos debían ser destruidos debido a sus pecados y prácticas idólatras, y la dedicación a Dios de esos elementos como parte del juicio.
Conclusión:
La palabra הֹרָם (hôrām) se refiere a lo que es dedicado a la destrucción o lo que es consagrado a Dios para ser destruido, y se usa en contextos de juicio divino, como la destrucción de ciudades en la conquista de Canaán, así como en situaciones donde algo debe ser completamente destruido como parte del plan de Dios.