Plenitud . 2019-07-22
Job capítulo 29
29 . 1 - 31 .
40 Al concluir su defensa, Job repite que sus sufrimientos no se deben a
que haya pecado, sino a una razón más profunda, que solamente Dios conoce. Job
recuerda su anterior prosperidad (29.1-10); declara que ésta era una
consecuencia directa de su vida piadosa y benevolente (29.11-17); su esperanza
era que esta prosperidad durara hasta su muerte (29.18-25). Job dirige su
atención hacia el desdén de que ahora es objeto por parte de la gente, en
contraste con los grandes honores que antes se le tributaban (30.1-15).
Reconoce su miserable estado presente y considera que todas sus esperanzas se
han perdido.
Manteniendo su voto de inocencia,
Job declara que no se ha entregado a la concupiscencia (31.1-4) y que ha
actuado siempre con justicia y benevolencia hacia todas las personas (31.5-23).
Job cierra su discurso diciendo de nuevo que no es culpable de hipocresía,
tanto en sus palabras como en lo íntimo de su corazón (31.24-40). Este es su
más firme voto de inocencia. Ahora, más ecuánime, busca las respuestas en Dios.