Plenitud . 2019-07-21
Job capítulo 3
3 . 2 - 26 Con una
maldición (vv. 3-13) y un lamento (vv. 14-26), Job derrama un torrente de dolor
y amargura, y se considera a sí mismo una víctima de la ira de Dios. Ansía
descansar. No maldice a Dios, como Satanás quiso que hiciera, pero sí maldice
la hora en que él mismo fue concebido y nació. Este exabrupto puede ser
considerado una forma de apelar a la compasión y la simpatía de sus amigos.
3 . 8 Leviatán
:
Véase la nota a 40.6-41.34.
3 . 25 Véase la
sección 5 de «Verdad en acción» al final de Job.
3 . 25 No hace falta
especular sobre si los temores de Job dieron lugar a este dilema. Lo anterior
del relato aclara que la tragedia tuvo su origen en la iniciativa de Satanás,
no en las vacilaciones o temores de Job (1.6-12; 2.1-7). Sin embargo, Job
reconoce sus temores, una tendencia innata a nuestra condición humana. Ellos no
reflejan su incomprensión de la naturaleza de Dios, sino su comprensión de lo
impredecible del devenir humano.